Continúo con el 4º post con los consejos para simplificar tu vida. ¿Te parecen interesantes? ¿Habías pensado en alguno de ellos? ¿Has puesto alguno en práctica? Como ves hay muchísimos puntos en los que podemos simplificar nuestra vida. No hace falta aplicarlos todos, sólo aquellos en los que te veas reflejada.
- Quita la llamada en espera de tu teléfono.- personalmente no me parece muy correcto interrumpir una conversación porque tienes otra llamada, me da la sensación de que la persona con la que estás hablando es menos importante que la nueva que llama. Si alguien quiere hablar contigo y comunicas, volverá a llamar o te puede mandar un mensaje.
- No contestes al teléfono.- no siempre hay que contestar al teléfono ni a los mensajes, no es obligatorio. Si no puedes o no te apetece cogerlo en ese momento, hazlo más tarde. Ponerlo en silencio cuando no queremos que nos molesten es muy útil.
- No abras la puerta.- lo mismo que el punto anterior con el teléfono. Si no esperas a nadie, lo más seguro es que quieran venderte algo.
- No utilices el móvil continuamente.- En el libro se habla del teléfono del coche (te recuerdo que está escrito en 2006), pero ahora tenemos el móvil. El dichoso telefonito como decía mi padre. ¿Quién no se ha subido a un autobús o a un tren y el 90% de la gente va hablando por teléfono o whatsapeando? ¿De cuántas conversaciones privadas te has enterado? El móvil es muy útil, pero no hay que abusar.
Señal de tráfico que vi en Estocolmo
- Si no te gustan las fiestas, no vayas.- las comidas familiares en ocasiones son más un estorbo que una alegría, a lo mejor prefieres estar esquiando o en la playa en lugar de comiendo pavo. O no te apetece trabajar tanto ese día, la familia ha aumentado y cocinar para 20 es mucho trabajo. Para que esto no suponga un incordio, lo mejor es hablarlo para que no haya malosentendidos y decirlo con tiempo para que todo el mundo pueda organizarse y así llegar a un acuerdo sin enfados.
- Deja de enviar felicitaciones de Navidad.- Ahora mismo casi todos las mandamos virtuales y en ocasiones en grupo.
- Simplifica los regalos.- Sobre todo en Navidad ¿cuántos regalos inútiles hay sólo porque hay que regalar? Lo mejor es limitar el número de regalos y poner un importe máximo. En mi casa lo hacemos desde hace unos años, en Navidad sólo hay 1 regalo por persona, los niños tienen más, pero ponemos un precio y compramos entre varios.
Foto de Mundo TKM
- Simplifica tu maleta de viajes.- No es necesario que te lleves la casa entera. Piensa qué necesitas y prepara tu maleta, que sea práctica y fácil de transportar.
- Tómate unas vacaciones en casa.- estar de vacaciones no significa que tengamos que salir corriendo de nuestra ciudad y de nuestra casa. Aprovecha las vacaciones para estar tranquila en tu casa, para hacer todas esas cosas para las que generalmente no tienes tiempo. Aprovecha para conocer tu ciudad.
- Replanteate tus hábitos de compra.- Antes de comprar algo, piensa de verdad si lo necesitas. Muchísimas veces compramos cosas que luego no utilizamos, que se quedan en un armario con su etiqueta.
- Cambia tu manera de ir de compras: con dinero y sin tarjetas.- Si eres de las que les encanta ir de compras, sal de casa sin tarjetas, lleva sólo efectivo. Serás más consciente del gasto que estás haciendo.
- Ten una única tarjeta de crédito.- Los bancos nos ofrecen continuamente tarjetas de crédito con un crédito extraordinario y sin comisiones (al principio porque luego te la cuelan). Al final nos juntamos con un montón de tarjetas que lo único que consiguen es que perdamos tiempo en revisar los extractos y que gastemos más de lo que queremos. Yo tengo 1 tarjeta de débito que va a una única cuenta, así gasto lo que tengo y lo veo al instante. Evito comprar a plazos y a crédito (excepto la casa claro). Tenemos que aprender a vivir con lo que tenemos, no por encima de nuestras posibilidades.
Y tú ¿cómo simplificarías tu vida? ¿crees que compras más de lo que necesitas? Cuéntame, estaré encantada de leerte.
[…] de ver cómo podemos simplificar nuestra vida en aspectos tan distintos como nuestra casa, la utilización del teléfono y las redes sociales o nuestra economía, hoy le toca el turno a nuestra […]