El otro día hice una encuesta en Instagram para saber cuántas personas se distraían con todo, vamos, con el vuelo de una mosca y el resultado fue este:
Como ves, la gran mayoría se distrae con cualquier cosa ¿Estás tú entre ellas? ¿Sabes con qué te distraes? No vale decir con todo, hay que analizar nuestras distracciones para poder solucionarlas. Ya sabes, si no conoces el problema no puedes solucionarlo.
Primero quiero hacer una puntualización, hay que saber diferenciar entre distracciones e interrupciones. Las distracciones vienen de nosotros, de nuestro interior y las interrupciones del exterior: de otras personas, del email, WhatsApp…. Las interrupciones suelen tener una solución más sencilla, en ocasiones con poner el teléfono en silencio ya nos sirve, pero las distracciones… ay las distracciones.
A continuación te voy a contar las distracciones más comunes (por lo menos a mi me pasa y a mis clientes). Ahora que empezamos un nuevo curso, te propongo hacer un ejercicio práctico para identificar y detectar mejor tus distracciones.
Las distracciones son cualquier pensamiento que nos viene a la cabeza que nos hace perder nuestra concentración en lo que estemos haciendo.
A quién no le ha pasado estar leyendo un libro y ver que has pasado 3 hojas y no te has enterado de nada, o en una reunión no estar escuchando (sí oyendo) lo que dicen. Las distracciones ocurren en cualquier momento del día, no solo cuando estás trabajando.
Cuando nos empeñamos en hacer una cosa, pero tenemos en nuestra mente otras veinte, sabemos por experiencia lo que va a ocurrir. No lograremos concentrarnos y si lo conseguimos, la perderemos constantemente, porque estas cosas pendientes que tenemos en la cabeza irán apareciendo aleatoriamente sin pedirnos permiso, pero con una consecuencia fatal. Nos distraerán.
Según vamos creciendo nuestras preocupaciones aumentan: familia, trabajo, hipoteca… y eso es lo que más nos hace distraernos. Las distracciones más comunes son:
- Preocupaciones o incertidumbre. Darle vueltas a cosas pasadas, pensar en lo que puede pasar, no estar en el momento presente.
- Familia y amigos. Y no sólo en términos de preocupaciones, sino también actividades de ocio con las que disfrutamos y que requieren nuestra atención. Además de los recados, favores… Todas esas cosas nos «sacan» de lo que estamos haciendo.
- Desorganización. El desorden en el trabajo y en casa generan mucha confusión, mucha más de lo que crees, además de hacerte perder el tiempo.
- Sentimientos. Cosas como el odio, la suspicacia, la envidia, el ego personal, la vanidad, la inseguridad… ¿Habías visto alguna vez estas cosas como distracciones? Estos sentimientos suelen restar tiempo y energía.
- No pedir ayuda. Cuando no sabes cómo funciona un programa o una herramienta que necesitas, en lugar de pedir ayuda (a otra persona, a youtube o al libro de instrucciones) intentas hacerlo tú sol@.
- Tareas de casa. Cuando trabajas en casa poner la lavadora, hacer la comida o cualquier otra cosa, te distrae. O cuando estás en la oficina piensas en lo que tienes que ir a comprar o hacer cuando llegues a casa.
- Productividad. Sí, la productividad y el exceso de planificación también son distracciones. Estás más pendiente de tu planificación que de ejecutar.
Cuando está demasiado exaltada y excesivamente activa, la mente se distrae con facilidad.
(Dalai Lama)
Ha llegado el momento de que conozcas cuáles son tus distracciones más habituales:
Necesitarás estar tranquil@ durante unos 30 minutos aproximadamente, tómate tu tiempo para pensar. Coge papel y lápiz (para mi las mejores herramientas a la hora de organizarte) y:
- Apunta en qué utilizas tus 24 horas: trabajo, niños, deporte, amigos… Todos tenemos 24 horas sí, pero cada persona lo dedica a cosas diferentes.
- Ahora piensa, en cada área qué es lo que más te distrae, solo tú lo sabes. Este ejercicio es para ti, así que cuéntate verdad.
- Señala cuáles son las distracciones que más tiempo te roban y cuáles te distraen pero te restan poco tiempo.
Cuando apuntes todo lo que tienes en la cabeza (lo que yo llamo barullo mental) notarás más ligereza mental. Este ejercicio es el primer paso para poder luchar contra tus distracciones, es fundamental para poder solucionarlo.
Un último consejo: practica la meditación para lograr la atención plena a través de mindfulness. Te ayudará a recobrar la calma cuando sientas que la estás perdiendo, te ayudarán a mantenerte concentrado y estar en el momento presente.
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